
Siento el airecito deslizante aromatizado bajo el abeto, un tanto cálido y un tanto refrescante,
mientras desde mi ser decreto al sol pálido vivir este instante, que de melosa gama, está forjado de colosa y fulminante entresombra, harmonizada por el canto de alegre, de los pajarillos que la adornan.
Me acomodo en el momento pacífico y sereno de este bello paisaje de vida sin cemento, sin mas música que la del viento agitando la hojas de este vistoso abeto que en cuyo tronco habitan elementales y elementos.
Duendecillos, e incluso bellas hadas, acuden a tal inconmensurable concierto de belleza natural sin desacierto, y animadas por elfos de clamorosa vestimenta etérica, que marcan el ritmo de este espectáculo anímico, de mirada esotérica.
Las danzas de las ondinas en los estanques colindantes, promulgan y avanzan las genuinas voces astrales de las sílfides reverberantes, al son de dos parejas de lindos gnomos, con risas de felicidad neta y desbordante.
Ante tal magno festival de aire cálido y supraterrenal, no me queda mas opción que participar de esta ocasión única en aspecto esencial, vívida en aspecto espiritual y espléndidamente ultranatural.
No os perdáis dicho evento ,id al monte y dejaros llevar sobreelevando vuestro horizonte, alejándoos del cemento.
Sinoé Sacher Jiménez.
mientras desde mi ser decreto al sol pálido vivir este instante, que de melosa gama, está forjado de colosa y fulminante entresombra, harmonizada por el canto de alegre, de los pajarillos que la adornan.
Me acomodo en el momento pacífico y sereno de este bello paisaje de vida sin cemento, sin mas música que la del viento agitando la hojas de este vistoso abeto que en cuyo tronco habitan elementales y elementos.
Duendecillos, e incluso bellas hadas, acuden a tal inconmensurable concierto de belleza natural sin desacierto, y animadas por elfos de clamorosa vestimenta etérica, que marcan el ritmo de este espectáculo anímico, de mirada esotérica.
Las danzas de las ondinas en los estanques colindantes, promulgan y avanzan las genuinas voces astrales de las sílfides reverberantes, al son de dos parejas de lindos gnomos, con risas de felicidad neta y desbordante.
Ante tal magno festival de aire cálido y supraterrenal, no me queda mas opción que participar de esta ocasión única en aspecto esencial, vívida en aspecto espiritual y espléndidamente ultranatural.
No os perdáis dicho evento ,id al monte y dejaros llevar sobreelevando vuestro horizonte, alejándoos del cemento.
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