miércoles, 6 de febrero de 2013

BIZCOCHO DE SUEÑOS / DESEO

BIZCOCHO DE SUEÑOS


El príncipe azul se destiñó en mi lavadora temporal. Subliminal. Principio sin final? Destino fatal.

Siempre quedará quién ser juzgado y algo que juzgar. Realidad tan surreal!

Ésta mañana cociné celos revueltos para desayunar, revueltos y sin sal; solo celos, no se pueden masticar, menos tragar.

Vámonos a otro lugar, no dejes que me vayan a encontrar, sálvame, quiero escapar... quiero contigo volar, cruzar el mar, cambiar el plan.

Mi príncipe azul se destiñó mutando en gris insípido, mis rotuladores no volverán a pintar esa efímera y pasada felicidad.

Solo me queda centrifugar y apagar.

Voy a tender mis penas en tu portal, junto a mi mal.

Voy a dejar que sequen al sol, que sequen por siempre y cambien de color, de olor y de sabor.

A qué sabe la felicidad? Casi tan intangible como las nubes. A qué sabe el bienestar? La seguridad? La tranquilidad y la paz?

Voy a hacer un bizcocho de verdad y ya está; voy a echar azúcar en el mar para olvidar que nado entre saladas dudas y locuras. Me voy a nadar entre olas de algodón . . .

Tanit Nith


DESEO



Estudio besos vacíos, fríos. Conmigo.

Trato de obviar la certeza que abruma mi mente, insensibilidad completa a lo no deseado,

no por eso no querido, no buscado.

Esto no es nada ansiado, no estarás a mi lado.

Busco la trama de la rama para olvidar mi drama, un repicar de campanas repentino, que haga girar mi mundo 180 grados.

Busco sentir un algo, indefinido pero necesario.

Un reclamo indiferente a lo encontrado, algo esperado, desesperado, nada que no sepas ya...

Me balanceo en la fina línea que separa el orden del kaos,

la cordura de la locura y el deseo de la necesidad.

Te deseo, te deseo a rabiar pero no te necesito...

Solo es cuestión de vivir por mí, sin lazos a nada, con nada, sin ataduras, sin necesidades.

Me niego a creer que necesito algo que en realidad solo deseo,

un anhelo máximo aumentado, exprimido y transmutado. Innecesario.

Evoco frustración en ti, sobre ti y sobre mí, sobre mi ser y mi alma, sobre nosotros.

Nada en realidad, ahora ya nadie.

Creo pirámides de impotencia mental, comportamiento extremadamente visceral, posiblemente mortal.

Vivo en un espiral en el que mis vicios y mis deberes se mezclan en la misma fiesta,

y se colocan juntos mientras estudian cómo afrontar la realidad, la vida, la verdad.

¿Esto es todo lo que hay, o existe algo más?

Tanit Nith
 




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