sábado, 23 de febrero de 2013

EL NO TIEMPO



Abatido por el propio descanso

del silencio mortal,

siento el tiempo pasar,

día tras día y momento a momento sin cesar,

no hay quien lo pueda frenar,

pues no existe, siendo atemporal.


El tiempo, no es más que el yugo impuesto,

por nuestra mente causal,

a nuestra vida mundana ya poco vital,

que en sí misma, no es más que un fragtal

del instante eterno y cabal,

que nunca acabamos de alcanzar.


El sabio solo vive el instante colosal,

que lo transporta cruzando el umbral

de lo que el ignorante llama el final,

mas no existe ni principo ni fin,

sino Alpha y Omega,

que nos lleva por la cósmica vereda

del uno al otro confín.


No te de pereza desde tu alcázar subconsciente,

atender a dicha realeza

que emite tu mente,

puesto que no es más que un engaño el tiempo contar,

sabiendo que no existe ni principio ni final.



Un antes y un después ?

Como pasa el tiempo!,

o pasamos nosotros por el?,

observo con tiento

todo momento y todo lamento,

viviéndolo a flor de piel.


No importa si es hoy o fue ayer,

lo importante es lo aprendido,

lo experimentado,

el dolor contraído

y el sufrimiento superado.


No hay un antes ni un después,

solo un presente continuo,

un tándem entre lo que fue y es,

lo que será, tampoco vendrá,

causa es y consecuencia será,

de lo que fue,

mas todo es dinámico,

vivo y en cambio constante,

en un punto eterno, amplio y a veces delirante,

del concepto deslizante,

del antes, del ahora y del después.


Abre tu mente al no tiempo,

toma consciencia del ya provisional,

gozando del instante vehemente,

que te ofrece el cosmos continuamente.


Ni antes, ni después, solo el ahora es.



Sinoé Sácher Jiménez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario