Te descubrí ¡Por fin, te encontré!
Mi alma se llena, se agranda;
Florece una nueva llama.
Ahora siento la plenitud,
eras lo anhelado, lo deseado
eres la mitad cortada.
Eres el padre-madre
que une y afianza mi corazón.
La eternidad no tiene límites
a tu lado, !hemos crecido¡
En este instante somos TODO,
DOS y UNO.
La individualidad
bañada de totalidad.
Dios está más cerca que nunca
y la trinidad de nuestros descendientes
mantendrá la esencia pura,
que en nosotros emergió.
Zenit de Mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario