POR PURO PLACER

Sin remedio,

se cerraba el soleado atardecer,

sin tedio,

entraban los grises rojizos a jugar entre tu mirada y mi ver,

mis ojos recorrían el sendero tortuoso de tu silueta al vibrar,

acariciada por tus rizos de azabache lunar,

que se acomodaban sobre tus hombros cual plumas de ave imperial,

lentamente te ibas acercando,

yo pacientemente te seguía observando,

a mí llegaste

y en mi te posaste,

como abeja sutil

que se posa dueña y gentil,

en su panel

de rica y abundante miel.



Me fui enredando en la frondosidad de tus sedas,

me ibas besando sin celeridad, pero sin treguas,

largos juegos entre labios, entre lenguas,

pequeños suspiros sin agravios,

lentas caricias de piel a piel,

inolvidables tactos de ser a ser.


Subía la temperatura

al cultivar nuestra unión,

qué agradable textura

la de tu ser en todo su esplendor!,

Confundiéndonos con el todo

y atados por el baile del placer,

amándonos sobre todo

sin tiempo que perder,

perdimos la razón

saltándonos un eslabón,

para dar paso al sentir del noble corazón,

así continuamos hasta el amanecer,

amándonos sin tedio y sin remedio,

solo puro placer.

Sinoé Sácher Jiménez