Y amo por entero
la mañana que me acerca el lucero
del claro resplandeciente,
pues es tu simiente
de amor eterno.
Por lo que yo creí nacer en lo eterno
y vuelo distante de los reproches insurgentes
de las mentes mas osadas
que no veneran el mas bello sentimiento.
Así pues, sea el tiempo mi único enemigo,
quien me roba los segundos
en los que no me hallo postrado
en la caricia de tu piel
ansiada por mi ser.
Mas no le guardes rencor al tiempo,
pues este sutil instrumento
que agoniza por permanecer,
a mi lado está ausente,
la mañana que me acerca el lucero
del claro resplandeciente,
pues es tu simiente
de amor eterno.
Por lo que yo creí nacer en lo eterno
y vuelo distante de los reproches insurgentes
de las mentes mas osadas
que no veneran el mas bello sentimiento.
Así pues, sea el tiempo mi único enemigo,
quien me roba los segundos
en los que no me hallo postrado
en la caricia de tu piel
ansiada por mi ser.
Mas no le guardes rencor al tiempo,
pues este sutil instrumento
que agoniza por permanecer,
a mi lado está ausente,
si tú, mi amada, te encuentras presentE.
Lelahel Namasté
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