En un aciago día
donde el pensamiento vaga,
buscando una alegría escondida…
un verde esperanza.
Allá en ese recóndito lugar,
mis manos moldean el barro
pretendiendo forjar un futuro
que un día fue creado…
De una silueta desdibujada,
mi espíritu, un bello ángel materializado
deseaba…
mas la arcilla se escurría,
más bien… parecía que se derretía…
No había verde….ni ángel…. Ni alegría.
Menuda osadía la mía!
Creer que la pradera existía….
para ser transitada en armonía…..
Hoy es ese triste día,
donde los poetas lloran sus letraS
y los bohemios cantan sus melodías,
donde se desgarra..
este alma mía....
Beatriz.
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